martes, 30 de octubre de 2018


“CRÓNICAS DEL OLIMPO:  LA VENGANZA DE CRONOS”
 por Julián Vallejo Ibáñez


         Un día de verano, de repente, se oyó un rayo, después una ola de diez metros y…
El viento azotaba la isla de Creta furiosamente. En la hora siguiente: Algo cayó del cielo a una velocidad increíble y fue a parar al mar.

En la orilla, el rey Minos de Creta se fue a ver qué era y descubrió a un hombre que milagrosamente no se había matado y que decía ser Poseidón. También decía que Zeus le había desterrado a la Tierra, por haber intentado tomar el Olimpo, y que ahora tenía que servirle como esclavo al rey Minos.


Un año después, Poseidón había tenido que asesinar a un montón de gente, porque Minos se lo había ordenado. Pero ese día, ocurrió algo inesperado: Zeus fue a Creta para ver como se había comportado Poseidón y así volver a admintirlo en el Olimpo, y asistió al banquete de Minos.

Minos, para ver si era realmente Zeus, le dio carne humana; a Zeus no le sentó bien y lo convirtió en un licántropo.
Entonces, Minos, pensando que aún controlaba a Poseidón, se metió en el mar y se mofó de Zeus.
Pero Poseidón, libre por fin, lo ahogó por mal amo y por ser un asesino.

Despues volvieron al Olimpo donde aunque no lo sabían les estaba esperando una horrible sorpresa, Cronos hacia tres días se había escapado y había liberado a su general atlas y pensaban atacar la cárcel de Tifón,

Entonces, Zeus y Poseidón al enterarse de lo de Cronos, fueron derechitos al volcán Etna, que era también la prisión de Tifón junto con Hades, Ares, Apolo, Artemisa, Atenea, Hermes, Hécate, Nemesis, Belona, Tanatos y Hera. 
Cuando llegaron, se vieron acorralados por titanes  con Crios y Atlas al mando. Se pusieron a luchar, mataron a todos menos a Crios y Atlas, que escaparon.

Cuando creían que habían vencido, salió Cronos del volcán seguido de un monstruo colosal. Era como el Empire State de alto y mortal como una bomba nuclear. Lucharon y Tifón desintegró a Hécate, Belona, Hera, Nemesis, Hermes, Atenea y Artmisa, aunque el muy tonto aplastó a Atlas y a Crios.

Entonces, Cronos enfureció y asestó un golpe casi letal a Tifón. Apolo, aprovechando la oportunidad, mató a Tifón, que en su último aliento de vida mató a Ares.

La furia de Cronos fue en aumento y acabó con Apolo, pero Hades y Tanatos lo mataron después.

Cuando parecía que todo había acabado, una voz cavernosa habló: ¡Quién osa matar a mis hijos! Y de repente, una orda de gigantes salió de la tierra y los dioses restantes comprendieron que era Gea, la diosa de la Tierra, que había enfurecido porque los dioses habían matado a todos sus hijos: los titanes.

En ese momento, los dioses que quedaban hicieron un llamamiento a los semidioses, dado que solo un dios y un semidios podían matar a un gigante.

Tras una sangrienta batalla, solo quedó Hades, que junto con un  semititán llamado Cerbero (que era un perro monísimo de tres cabezas) mataron a Gea y cerraron el Tártaro para que no escaparan ni monstruos, ni titanes, ni dioses malvados como Gea. Después llevaron los cuerpos inertes de los demás dioses al Olimpo, donde se regeneraron y volvieron a la vida.


Después cuando todo parecía que ya había acabado, un terremoto hizo que el Empire State retumbara,  como el Empire State era la entrada al Olimpo, los dioses lo notaron.

Todos se asustaron menos Hades, Tanatos y Cerbero que ya sabían que era el espíritu del Tártaro, que estaba haciendo de las suyas, bajaron y se encontraron con una oscuridad mortal que por poco los tragó.

Después de seis días de interminable batalla los dioses casi desfallecidos y medio muertos vencieron al Tártaro arrinconándolo y dejando que Cerbero lo matara.

Al final, hicieron que Cerbero fuera inmortal.   


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