Edurne Herrero Torrijo💖
Esta historia ocurre en el año
AD20XX en Osaka, Japón, cuyo protagonista en un
estudiante de secundaria de 14 años llamado Yukiya. Yukiya no es como las demás
personas, posee un poder desde que nació. Cuando se da la mano con otra
persona, puede entrar dentro de otro mundo, un mundo paralelo llamado Zigurat,
donde están las mismas cosas que en el mundo real, pero sin gente y con colores
y figuras pasando por el cielo y los edificios. Las pocas personas que pueden
entrar a este mundo uniendo las manos, son llamados Fornites, y tienen que pelear
entre ellos, y el más fuerte tendrá la oportunidad de pedirle un deseo al Dios
de ese mundo.
Un día, Yukiya
estando en Zigurat es atacado por una pareja de Fornites, consiguiendo huir de
la pelea por poco. Aún queriendo quedar al margen de las peleas de los Fornites
por lograr el deseo de Dios, no podría librarse tan fácilmente. Decidido a no
perder contra nadie, decide buscar a los Fornites que perdieron en la
generación anterior para unir fuerzas.
Mientras Yukiya
unía fuerzas con ex-Fornites y los actuales Fornites peleaban entre ellos, o
incluso se aliaban, la lucha estaba cada vez más cerca.
El día llegó, y
todos los Fornites reunidos en un mismo sitio, empezó la pelea. Conforme la
gente iba perdiendo, desaparecían de Zigurat y con ellos el poder de volver a
entrar. En un momento a mitad del combate, Yukiya recordó por qué no quería
pelear por el Deseo desde el principio: no tenía nada que valiese la pena
pedir, y con ello llegó el pensamiento de si lo que los demás querían pedir, de
verdad merecía tanto la pena como para luchar de esa manera por ello. Yukiya
decidió ganar, y hacer que todos los demás no necesitaran pedir su deseo. Tras
una larga lucha, Yukiya ganó y obtuvo su deseo.
Habían pasado ya
tres meses desde que Yukiya ganó la lucha de los Fornites, y se sentía extraño
no poder volver a Zigurat, aún juntando las manos con alguien. El deseo de
Yukiya fue que ya no se pudieran pedir deseos, que ningún Fornite sintiera el
deber de pedir el deseo al Dios de Zigurat para conseguir lo que quiere. Por
tanto, al no haber deseo, la existencia del mundo Zigurat ya no tiene sentido,
perdiéndose la habilidad de volver allí.
Por ahora.
wow que interesante
ResponderEliminarLo es 😂😍🤘
Eliminar😍😍😍
ResponderEliminar😜😘
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