martes, 18 de junio de 2019


EL OBJETO EXTRAÑO
Hola soy Luis López y os voy a contar una historia:
Era una mañana cualquiera de verano, sin hacer nada, aburridos, con calor… Así que decidí mirar el móvil para ver si alguien quedaba. Mandé si alguien quedaba para ir a la piscina, la mayoría dijeron que sí; así que decidimos ir.
Nada más llegar colocamos las toallas, nos pusimos crema solar; lo normal.
Después de eso entramos al agua y jugamos un poco con la pelota que me llevé y después de eso almorzamos y descansamos.
Nos volvimos a meter a la piscina, yo llevaba una moneda en el bolsillo que me había llevado para comprarme cosas: helados, patatas… La moneda se me cayó al fondo de la piscina, así que bajé para cogerla; vi una cosa brillante, pensaba que era la moneda así que la cogí y la metí a la mochila para que no se me volviera a perder, luego nos fuimos mi hermano, Jorge y yo a comprarnos unos helados. Los cogimos, pero cuando fui a pagar y saqué el objeto de mi bolsillo me di cuenta de que no era la moneda que yo tenía, era un objeto que parecía de metal pero luego se podía doblar con facilidad y luego volvía a su forma original; dejé el helado y volví a meter el objeto extraño a la mochila y me metí al agua para buscar la moneda, al final la acabé encontrando y me comí el helado.
Al volver a casa lo miré más detenidamente y busqué en internet a ver si había algo parecido, pero nada. Esa noche no pude dormir pensando en que era ese objeto y a la mañana siguiente seguí investigando a ver que era y de que material estaba hecho.
Descubrí para que servía pero no descubrí el material.
Era como una pulsera que se te ajustaba a la muñeca y según en que muñeca te lo ponías te daba un poder; en la derecha todo el mundo te obedecía, si tú le decías algo lo hacían y en la izquierda podías ver a través de las paredes y objetos.
Cuando terminé de investigar comprobé a ver si era verdad y lo comprobé con mi hermano; cuando él estaba jugando a la PS4 yo me puse el objeto en la mano derecha y le dije que me dejara jugar y así fue, al final jugué un rato a la Play y después se la devolví; luego me la puse en la izquierda para ver donde estaba el reloj que perdí y descubrí que estaba en la bolsa del fútbol entre las zapatillas. ¡Era fascinante!
Pensé que era el mejor objeto que había visto nunca pero pensé que si lo perdía o me lo robaban y caía en malas manos podía ser muy peligroso, imaginar que lo coge un ladrón para saber donde está el dinero del banco o una persona mala para hacerse el rey del mundo; pensé que fue una mala idea quedármelo yo, así que decidí destruirlo, no fue fácil porque era muy resistente; al final lo enterré pero comprobé de que no se podía encontrar con un detector de metales y voy cada año para saber que sigue ahí y de momento así es. 
                        FIN

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